jueves, 19 de agosto de 2021

OBJETIVOS Y ATRACCIÓN

 

Ley de Atracción


Es interesante conocer como algunas de las leyes fundamentales del Universo se corresponden perfectamente con la explicación de cómo funciona nuestra mente, desde un punto de vista psicológico, y, a su vez, con muchas de las premisas de la Programación NeuroLingüística.

En este caso voy a explicar esta correlación con la "ley de la Atracción".

La ley de la atracción postula que los pensamientos, tanto conscientes como inconscientes, influyen sobre nuestra vida, ya que en sí mismos son unidades energéticas que influyen y modelan nuestra realidad.
Esto significa que todos los pensamientos conscientes e inconscientes, incluidos emociones, creencias o deseos, provocan consecuencias afines a lo que se desea, o dicho de otro modo, provocan «vibraciones armoniosas de la ley de la atracción».

Para conseguir una perfecta armonía entre los pensamientos y el poder de la atracción, hay que tener en cuenta cuatro premisas fundamentales:

  • Saber qué es lo que quieres y formular la petición.
  • Enfocar los pensamientos sobre el objetivo deseado con sentimientos de entusiasmo y gratitud.
  • Sentir o comportarse como si el objetivo deseado ya hubiera sido obtenido.
  • Estar abierto a recibirlo, es decir, sentir que lo mereces.
La primera premisa es la más importante y, en ocasiones, difícil de conseguir, ya que la tendencia habitual es pensar en lo que uno no quiere. Según este criterio, si centras la atención en lo que no quieres o no tienes, se manifiesta en perpetuidad el no tener.

A nivel psicológico, cuando aprendemos como funciona la mente, esta ley cobra mucho sentido, ya que tanto a nivel consciente como inconsciente, se crean imágenes o pensamientos en los que se enfoca nuestra atención y llegan hasta cambiar nuestro estado de humor.

En PNL, cuando trabajamos con la definición de objetivos, una premisa fundamentales es que la mente funciona por direcciones y, por tanto, necesita una descripción muy específica de lo que sí queremos para acercarnos a ello. Por tanto, es muy importante saber y especificar lo que se quiere conseguir, para que nuestra mente inconsciente se alíe con nosotros y nos ayude a obtener todos los recursos necesarios para conseguirlo.

Una vez definido el "deseo" u objetivo que queremos alcanzar, es fundamental establecer pequeños objetivos intermedios, pequeños logros que nos indiquen que vamos en buena dirección y que mantengan nuestro entusiasmo. 

Un ejercicio muy eficaz, para reforzar lo anterior, es realizar visualizaciones como si ya lo hubieras conseguido, es decir, ser consciente de que verías, escucharías y sentirías cuando lo hayas logrado.

Y finalmente, se chequea si lo que queremos conseguir es bueno para nosotros y nuestro entorno. O lo que es lo mismo, si realmente lo queremos conseguir.

Tras esta breve explicación, se puede apreciar lo importante que es tener pensamientos positivos y cómo definir lo que sí queremos conseguir es la clave del éxito.
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