SEGUNDO ACUERDO TOLTECA

El segundo acuerdo: No te tomes nada personalmente

Suceda lo que suceda a tu alrededor, no te lo tomes a título personal.

Si te encuentro en la calle y te digo: «¡Eh, eres un estúpido!», sin conocerte, no me refiero a ti, sino a mí. Si lo tomas personalmente es porque tal vez te creas que lo eres, porque ¿cómo lo sé?, ¿acaso soy clarividente?.

Cuando nos dicen algo que nos hiere, lo que nos lastima en realidad son las lesiones que nosotros ya arrastrábamos de creencias y experiencias anteriores sobre este tema. Y si nos enfadamos con otros, en realidad, lo hacemos con nosotros mismos, ya que ya que el enfado reacciona a una respuesta que procede de nuestro propio sistema de creencias y ese sentimiento únicamente nos afecta a nosotros.

Si le faltamos al respeto a una persona con un insulto, nos estamos refiriendo a nosotros mismos, pues lo decimos basados en nuestras experiencias, creencias, conceptos y opiniones. ¿Qué sabemos de la otra persona? Nada.

Sería bueno recordar que lo que piensen de mi no es importante y no me lo tomo personalmente. Yo no soy la opinión de nadie. Ya que tomar las cosas personalmente nos convierte en presas fáciles de los manipuladores emocionales. Incluso si te dijera: «Eres maravilloso», no lo diría por ti. “Tú sabes que eres maravilloso. No necesitas que otras personas te lo digan para creerlo”.

Si logramos no tomarnos nada personalmente sentiremos paz interior, calma y felicidad, encontrándonos en un estado de bienestar interior.

Tercer acuerdo