sábado, 17 de abril de 2021

COMENZANDO A MEDITAR


Meditación y Respiración


La meditación es una práctica para entrenar la mente o inducir un modo de conciencia con la finalidad de conseguir algún beneficio específico o como un fin en sí misma.

Muchos son los beneficios que se obtienen al meditar. Disminuye la presión, el nivel de estrés y ansiedad, y además es una buena manera de reestablecer nuestro equilibrio interior.

El hecho de ralentizar nuestros pensamientos y estar presente en el aquí y el ahora, sin estar inmersos en las preocupaciones, son los objetivos que pretendemos conseguir.

Todo esto suena genial, pero ¿qué ocurre si nunca has meditado y cuando lo has intentado no pudiste?. Muchas personas comentan que cuando se han propuesto meditar, se han sentido muy nerviosas y han tirado la toalla. Así que mi pregunta sería: ¿te gustaría conseguirlo?

La respiración consciente es la clave.

Una manera muy sencilla de iniciar el camino en la meditación es centrar la atención en la respiración.  Al respirar de manera consciente ponemos el foco de atención en el momento presente, estamos pendientes del ritmo de la respiración y los pensamientos se quedan en un segundo plano.

Mi propuesta es realizar un sencillo ejercicio que podrías probar en cualquier momento del día. Se trata de tomar unos instantes en un lugar tranquilo, donde nadie te pueda molestar, cerrar los ojos y empezar a tomar unas respiraciones profundas, a tu ritmo. 
Ahora, que ya estás en disposición de relajarte, empezamos a contar: inhalamos por nariz en 4 tiempos y exhalamos por nariz en 4 tiempos, repetimos unas 10 veces. 
Seguimos contando para inhalar por nariz en 5 tiempos, retener en 5 tiempos y exhalar por boca en 5, repetimos unas 10 veces. 
Puedes repetirlo las veces que consideres y también es conveniente que, a medida que vayas practicando, vayas subiendo los tiempos. También puedes ir cambiando los movimientos de la respiración: llenando primero los pulmones y luego el abdomen o viceversa. Se trata de ir centrando poco a poco la atención en más aspectos de nuestro cuerpo.

¡Es importante que vayas contando los tiempos de las respiraciones!

Si lo deseas, puedes poner una música relajante, encender unas velas o prender un incienso, el ambiente lo eliges tu.

A medida que vayas avanzando en la realización de estos ejercicios, irás centrando más tu atención en el momento presente y verás que ya te resulta sencillo meditar 😉



 

No hay comentarios:

Publicar un comentario